jueves, 6 de diciembre de 2012

Republica Presidencial


República Presidencial (Chile)
La República Presidencial es el periodo, de la historia de Chile comprendido entre la aprobación de la Constitución de 1925 el 18 de septiembre de 1925, bajo el gobierno de Arturo Alessandri Palma, hasta la caída del gobierno de la Unidad Popular, dirigido por el presidente Salvador Allende (el 11 de septiembre de 1973).
Inicios y Anarquía

Una vez que Arturo Alessandri Palma obtuvo la aprobación de la nueva constitución, se vio enfrascado en una agria polémica con su entonces popular ministro de defensa, el coronel Carlos Ibáñez del Campo. Alessandri había vuelto del exilio con el fin de dar término a su período presidencial. La reforma de la constitución lo había convencido de la necesidad de presentar un candidato único a la presidencia de la república. Pese a lo anterior, las ambiciones personales de Ibáñez pesaron, y él –en contra de la opinión de su presidente- apoyó un manifiesto de varios partidos políticos que apoyaba su propia candidatura. Ante estos hechos, y dado que parecía una candidatura oficial, el gabinete renunció en plena polémica.

Frente a esta situación Ibáñez presionó al presidente recordándole que sólo podría gobernar emitiendo decretos con su firma, ya que era el único ministro del gabinete. Pese a que era técnicamente correcto, Alessandri no soportó la extorsión, designó a Luis Barros Borgoño como Ministro del Interior, y renunció por segunda vez a la presidencia el 2 de octubre de aquel año.

Los Gobiernos Radicales (1938-1952)

Artículo principal: Gobiernos Radicales.
El Partido Radical chileno tenía su base ideológica en los principios igualitarios de la Revolución francesa. Sus base de actuar política se centraba en sus postulados de libertad, igualdad, solidaridad, participación y bienestar. Nacido a mediados del siglo XIX como una respuesta a la alternancia liberal conservadora en los gobiernos de Chile, se encargó de representar de la mejor forma a la naciente clase media, surgida en base al desarrollo económico y el crecimiento del Estado. Su triunfo como coalición en el Frente Popular lo llevó a la cima del poder, pese a que lo largo de su gobiernos sus coaliciones fueron débiles y no tendieron a durar.

El nacimiento de la política de masas (1952-1964)

El período histórico chileno comprendido entre la segunda elección de Carlos Ibáñez del Campo y la asunción a la presidencia de Eduardo Frei Montalva comprende una época de transición política económica.
En efecto, producto de las políticas proteccionistas de los gobiernos radicales y sus predecesores, se desarrolló una variada (pero no muy fuerte) industria nacional. Esto provocó un cambio profundo en la estructura económica del país, puesto que por primera vez la agricultura dejó de ser el mayor sector productivo, en beneficio de la minería, la industria y un primitivo sector de servicios.

Por otra parte, la elección presidencial de 1952 presentó un claro esquema político dividido en tres sectores bastante claros, en particular con el surgimiento de un gran partido de centro, como el Partido Demócrata Cristiano, que aglutinó a un amplio espectro de personalidades. Además, por primera vez las mujeres participaron en igualdad de condiciones con los hombres al momento de emitir su voto al igual que en la oportunidad de ser candidatas a cualquier cargo de elección popular.
Revolución y democracia

Después de casi cincuenta años de funcionamiento de la Constitución Política de 1925, por primera vez entraba al escenario político un partido nuevo, con serias pretensiones de trascender en la Historia de Chile. El Partido Demócrata Cristiano inició un proceso de grandes cambios que repercutirían largamente en el país. Por su lado, en septiembre de 1970, después de cuatro intentos, llega a la presidencia de la República el primer militante de un partido de izquierda y marxista declarado, Salvador Allende.
La "Revolución en libertad" y la "Vía chilena al socialismo" fueron las bases programáticas que llevaron adelante los partidos y las coaliciones que la sustentaban. En materia económica significó que por primera vez se estableció una clara preponderancia de la actividad empresaria del Estado dentro de la vida económica, vía industrias ya existentes o previa nacionalización de otras (como la Gran Minería del Cobre). Por su parte, la oposición liberal-conservadora (permanentemente unida en el Partido Nacional) combatió los cambios dentro y fuera de la escena política.
La aceleración de los procesos de cambio social, el debate, la discusión y la violencia nunca estuvieron tan presentes en la vida diaria de Chile como en el período comprendido entre 1964 y 1973, que genera apasionados debates hasta la actualidad.
Golpe de Estado en Chile de 1973
Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973

Bombardeo al Palacio de La Moneda
Contexto del acontecimiento
Impulsores    Fuerzas Armadas
CIA
Gobierno de Estados Unidos1 2
Partido Nacional
y un sector de la Democracia Cristana
Motivos          Crisis política, social y económica, gran cantidad de expropiaciones, violencia callejera
Influencias ideológicas de los impulsores        Anticomunismo
Gobierno previo
Gobernante  Salvador Allende (Presidente)
Forma de gobierno República presidencial
Gobierno resultante
Gobernante  Junta Militar
Forma de gobierno Gobierno Militar
El golpe de Estado acaecido en Chile el 11 de septiembre de 1973, fue una acción militar llevada a cabo por la Fuerzas Armadas y Carabineros para derrocar al presidente socialista Salvador Allende y al gobierno izquierdista de la Unidad Popular. A ello le precedió un periodo de alta polarización política y convulsión económica y social. Los militares contaron con el apoyo de la derecha política y también de un sector del Partido Demócrata Cristiano.
El golpe fue planeado inicialmente por un sector de la Armada de Chile, con el apoyo de los Estados Unidos.3 Posteriormente, se agregaron generales de los altos mandos de las Fuerzas Armadas y de Carabineros. El comandante en jefe del ejército, Augusto Pinochet, asumió la dirección del complot. También hubo influencia de parte de varios grupos de poder nacionales e internacionales, entre los que destacó el presidente Nixon,4 5 n 1 el vicepresidente de EE. UU., Gerald Ford, George H. W. Bush y la CIA.n 2
Marco histórico

La existencia de intervención extranjera en Chile se enmarca en un contexto mundial en que Estados Unidos consideraba como prioritario impedir el avance del marxismo y el socialismo en América Latina. Sin embargo, considerando la polarización política local y el desempeño del gobierno de la Unidad Popular, no existe consenso académico sobre si dicha intervención (expresada fundamentalmente en apoyo económico a medios de comunicación, partidos políticos y organizaciones opositores) jugó o no un papel determinante en el desarrollo de los acontecimientos.
Nixon, apenas asumido, ordenó derrocar a Allende mediante el Proyecto FUBELT, más conocido como Track II.6
Una serie de documentos desclasificados de la Casa Blanca publicados en 2009 revelaron que Nixon, durante su gestión, ofreció dinero y ayuda discreta al dictador brasileño Emilio Garrastazu Médici para influir a las fuerzas armadas chilenas con el fin de derrocar a Allende.7
De acuerdo con papeles oficiales secretos divulgados por la organización no gubernamental National Secret Archives, Nixon le preguntó a Garrastazu Médici, en un encuentro en la Casa Blanca el 9 de diciembre de 1971, si los militares chilenos eran capaces de derribar a Allende, a lo cual Garrastazu le respondió que sí y «dejó claro que Brasil estaba trabajando con ese objetivo».7
Eufemismo

Quienes apoyan al golpe de estado lo denominan pronunciamiento militar, entendiéndolo como un pronunciamiento o deliberación natural de las fuerzas armadas respecto de situaciones históricas nacionales. Los detractores de los acontecimientos lo califican de golpe militar. Ambos conceptos se corresponden con lo que la teoría política denomina golpe de Estado.
El 11 de septiembre

[editar]Valparaíso
El 10 de septiembre, a las 16:00 horas, zarpa la escuadra, tal y como estaba previsto, ya que debe participar en las maniobras navales internacionales UNITAS XVI. Mientras el Ejército se acuartela. La razón dada: el probable desafuero de Altamirano y Garretón el día 11. Este desafuero, según explicó Pinochet al Ministro de Defensa Orlando Letelier, podía causar disturbios, por lo que se hacía necesario el acuartelamiento.
En la madrugada del 11 de septiembre, la escuadra reaparece en Valparaíso y las fuerzas armadas toman la ciudad. El prefecto de Valparaíso, Luis Gutiérrez, realiza una llamada por el único teléfono que funciona en el puerto, el suyo (línea dejada libre a propósito por los golpistas), para avisar al subdirector de Carabineros, general Jorge Urrutia, que la infantería de marina está en las calles y ha empezado a tomar posiciones de combate. Urrutia telefonea al presidente, que se encuentra en su residencia de Tomás Moro. Allende, calmado, pide ubicar a Pinochet y a Leigh, pero son inubicables.
[editar]Santiago
A las 7:20, Allende, en su automóvil Fiat 125, y el GAP se enfilan hacia La Moneda, al que llegan veinte minutos después.
Viste Allende una chaqueta de tweed y un pantalón marengo. Carga con un fusil AK-47, regalo de Fidel Castro, y el GAP ingresa al palacio de gobierno dos ametralladoras y tres RPG-7, además de sus armas personales.
Paralelamente llega a esas horas Pinochet al comando de telecomunicaciones, en Peñalolén, con capacidad de anular las comunicaciones de algunas emisoras de radio, un poco retrasado en la hora. Se organizan las redes de comunicaciones con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, especialmente con Leigh, que se encuentra en la Academia de Guerra Aérea, y con Patricio Carvajal que esta en el ministerio de defensa, que será el coordinador de todo el golpe.
Allende trata de obtener información sobre el movimiento, al no poder contactar a Pinochet exclama, "Pobre Pinochet, debe estar preso". Sepúlveda, director general de Carabineros llega a La Moneda, y le asegura que Carabineros le seguirá fiel al gobierno. Lo ignora, pero Carabineros ya estaba controlado por los generales César Mendoza y Arturo Yovane.
Allende emitirá a continuación su primer mensaje del día a la nación, en el que advierte la sublevación de un sector de la marinería. No llama al pueblo a las armas ni a la violencia, sino que a la prudencia. Allende se queda en palacio junto al dispositivo de seguridad del GAP, sus médicos personales, algunos colaboradores cercanos, su secretaria personal, como también se encontraban en La Moneda detectives de Investigaciones de Chile, actual PDI, al mando del Inspector Seoane, seguido de los detectives Quintín Romero, Eduardo Elis, David Garrido, detective Medina, entre otros, quienes pese a que Allende anteriormente los había dejado en libertad de acción, no abandonaron el lugar, aduciendo que quedarse a defender el palacio, era cumplir con el deber.
[editar]Primera proclama golpista
A las 8:42, la «Cadena Democrática», formada por las radios Minería y Agricultura, emite la primera proclama militar. Allende debe hacer entrega inmediata de su cargo a la junta de gobierno, integrada por los jefes supremos de las fuerzas Armadas: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza —los dos últimos recién acababan de tomar las jefaturas supremas de sus ramas, Armada y Carabineros respectivamente—.
Aún a esa hora, las cadenas de reacción de la UP en la periferia de la ciudad no se habían agrupado, cosa que les pareció sorprendente a los oficiales de las FF. AA. que tenían conocimiento de ellas a través de los informes de inteligencia, de la prensa y de los mismos sectores de izquierda que aseguraban tener estos grupos de reacción provistos de armamento liviano. A las 11:00 horas la mayoría de estas cadenas habían sido anuladas por personal de Carabineros o de las FF. AA., siendo la única sin desarticular la unidad perteneciente a La Legua, que sorpendió y repelió a las fuerzas de Carabineros encargadas de anularlas
Consecuencias inmediatas del golpe



Quema de libros, revistas y periódicos políticos después del golpe militar.
Se declaró el toque de queda en todo el territorio nacional a partir de las 15 horas del 11 de septiembre de 1973, se permitió a los civiles previo control abandonar el centro de las ciudades y dirigirse a sus casas. En Santiago, inmediatamente las instalaciones de las radios Portales, Magallanes y Corporación, todas las estaciones de TV excepto Canal 13 fueron silenciadas y sus operadores, locutores y directores detenidos a las 13.30 horas y llevados al Banco del Estado de Chile. Los diarios Clarín, El Siglo y otros fueron allanados y sus prensas destruidas.
En las zonas rurales se detuvieron a muchos dirigentes de la Reforma Agraria, muchos fueron ejecutados en el lugar de detención. La colonia alemana benefactora Villa Baviera, ubicada en la zona central, sirvió como centro de detención y lugar de desaparición de muchos activistas de la Unidad Popular.
Cientos de miles de proallendistas tomaron aquellas especies, registros, carné de partidos, libros y propaganda comprometedora y se deshicieron de ella enterrándolas, quemándolas o botándolas a los cauces de ríos. Se declaró ilegal y proscrito al Partido Comunista y Socialista; los partidos Nacional, Democratacristiano y Radical fueron suspendidos cuando se disolvió el Senado. Se conminó a todos los ciudadanos a entregar sus armas de fuego en las comisarías de Carabineros.
Se instó a denunciar a los adherentes al gobierno, por ser traidores a la Patria, según decía el comunicado militar denunciándolos ante las comandancias y cantones. Se publicaron bandos que instaban a la población a delatar a los líderes más prominentes de la UP tales como Carlos Altamirano, Volodia Teitelboim, José Tohá, Luis Corvalán y otros.
Se llamó a aquellos que tuvieran cargos y representatividades de grupos sociales a entregarse a las comisarías para regularizar su situación. Se detuvieron a miles de personas y fueron conducidas el Estadio Chile y luego al Nacional, a aquellas personas que fueron llamadas a viva voz y respondieron de entre la multitud fueron ejecutadas en el mismo lugar, como es el caso de Víctor Jara.
En la Universidad Técnica del Estado de Santiago, militares hicieron allanamientos y ejecutaron a decenas de estudiantes combatientes en las mismas aulas. Muchas ejecuciones fueron hechas a la "bala en fila". Fueron allanadas las fábricas, las reparticiones públicas y las mineras forzando a los trabajadores a seguir laborando y manteniendo la producción en marcha. En muchas fábricas se realizaron detenciones de todos los sindicalistas y representantes de gremios de la Unidad Popular.
Las poblaciones populares tales como La Legua, La Victoria y San Ramón (La Bandera) fueron allanadas y sus pobladores detenidos en masa. En la Villa La Reina se produjeron ejecuciones sumarias a aquellos líderes que se sorprendieron ocultos. Durante todo el día y la noche y toda la semana se escucharon disparos de ametralladoras en distintos puntos de la capital.
En el sur de país, el 12 de septiembre un grupo trabajadores, campesinos y activistas del Movimiento Campesino Revolucionario intentaron tomarse el retén de carabineros de Neltume en la cordillera valdiviana en un intento fallido de defender el gobierno de la UP, que acabó sin muertos ni heridos. Por dicho acto serían ejecutados sumariamente 12 personas tres semanas más tarde en Valdivia.22
Miles de perseguidos políticos se refugiaron en las embajadas de gobiernos amigos de la Unidad Popular, como es el caso de Suecia, Italia, Canadá, Australia, Dinamarca, México, Unión Soviética y Cuba.
El 15 de septiembre de 1973, Nixon llamó a Kissinger nuevamente. Se lamentaron sobre lo que Kissinger calificó como los diarios llorones y la sucia hipocresía de la prensa por concentrarse en la represión de los militares chilenos y las condenas al rol jugado por Estados Unidos.
En esta conversación telefónica, que fue desclasificada en mayo de 2004,23 Nixon señala:Nuestra mano se mantiene oculta en esto. Y Kissinger replica: No lo hicimos nosotros… Quiero decir, les ayudamos. [Censurado] creó las máximas condiciones posibles…

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